La salsa mexicana por excelencia, muy fácil de preparar y perfecta para mojar los nachos.
La elaboración del guacamole es muy sencilla, debemos elegir aguacates que estén bien maduros para que la salsa salga correctamente.
En primer lugar extraemos la carne de los aguacates con una cuchara, retirando el hueso, y los ponemos en un cuenco resistente.
Rallamos 2 tomates bien maduros, pelamos y cortamos la cebolla en trozos muy pequeños y lo juntamos todo con el aguacate.
Exprimimos las 2 limas y se añaden a la mezcla, salpimentamos generosamente.
Ahora solo queda machacar el aguacate con un mortero o cualquier utensilio similar hasta que tenga la textura deseada. Mientras vamos triturando la mezcla, podemos ir probando y ajustando la cantidad de sal y pimienta hasta que esté a nuestro gusto.
Otra opción es pasar todos los ingredientes por la batidora, de manera que la preparación es más rápida y la textura de la salsa es mucho más suave.